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¿Vale la pena la recuperación de agua de lluvia?

Lluvia cayendo sobre un tejado de chapa corrugada y fluyendo hacia un canalón conectado a un sistema de recogida de agua de lluvia.

¿Vale la pena la recuperación de agua de lluvia para propietarios ecologistas, líderes de negocios y gobiernos locales?
Por supuesto. El valor de esta práctica, de comprobada eficacia es mayor que nunca, gracias sus numerosos beneficios. El agua de lluvia captada puede ayudarte a: 

¿Qué es la recuperación de agua de lluvia?

La recuperación de agua de lluvia es la recolección y almacenamiento de agua de lluvia para usos no potables.

Los sistemas de recuperación simples utilizan barriles de lluvia, zanjas, estanques de retención o presas. Los más complejos incluyen sistemas de recolección de agua superficial y de tejado. Estos sistemas se conectan a depósitos de almacenamiento de agua que alimentan las tuberías internas y externas.
 

Beneficios ambientales de la recuperación de agua de lluvia

La recuperación de agua de lluvia es una manera sencilla y sostenible de proteger los recursos naturales y ecosistemas delicados de nuestro planeta para el futuro. Al utilizar agua de lluvia, preservamos agua potable, ahorramos energía, limitamos los efectos dañinos de la escorrentía del agua de tormenta y aportamos lo mejor a nuestros jardines.
 

El agua de lluvia preserva el agua potable

Tuberías de riego en un terreno agrícola seco del sur de California.

A medida que avanza el cambio climático, las sequías se están volviendo habituales en muchas zonas. Comunidades, granjas y centros industriales están comenzando a extraer agua subterránea para satisfacer la creciente demanda. Pero esta práctica de obtención de agua puede ser destructiva.

Los acuíferos pueden estar contaminados con fertilizantes, pesticidas u otros químicos. Si vaciamos estas fuentes de agua subterránea más rápido de lo que tardan en recargarse:

  • aumenta la concentración relativa de contaminantes
  • disminuye la calidad del agua
  • con el paso del tiempo, el agua deja de ser segura para nuestras necesidades de consumo
     

Al elegir la captación de agua de lluvia en lugar de la extracción de agua subterránea, permitimos que los acuíferos se recarguen naturalmente. De este modo, preservamos e incluso aumentamos nuestro suministro de agua local.
 

El agua de lluvia ahorra energía

En la mayoría de los casos, el agua que sale de nuestros grifos es tratada y canalizada por sistemas municipales. Tenga en cuenta la demanda energética de estos sistemas:

  • las estaciones de tratamiento de agua necesitan energía
  • las estaciones de bombeo consumen potencia
     

El consumo de estos recursos está justificado cuando protegen nuestra agua potable. Pero los estamos desperdiciando si utilizamos agua potable para tareas que no lo requieren. La manera más ecológica de descargar un inodoro, lavar la ropa y regar el jardín es utilizar el agua de lluvia disponible.
 

La captación de agua de lluvia limita la escorrentía del agua de tormenta

El agua de escorrentía proviene de la lluvia y la nieve derretida. Cuando no es absorbida por el suelo, arrastra sedimentos, metales, pesticidas y fertilizantes a las zonas de captación de agua. La contaminación en estas zonas puede causar:

  • proliferación de algas dañinas en lagos y ríos
  • enfermedades en humanos y ganado
  • toxinas en pescados y mariscos
  • menor cantidad de especies acuáticas
     

La fuerza y el volumen de la escorrentía del agua de tormenta pueden inundar áreas bajas y erosionar riberas de ríos y arroyos. Este daño produce la pérdida de tierra que era utilizable. También causa cambios a largo plazo en los ecosistemas locales.

Los sistemas de agua de lluvia limitan estos efectos dañinos. Al gestionar las crecidas del agua de tormenta en el lugar, evitan que los residuos lleguen a las cuencas. También alivian los desagües que, de otra manera, podrían desbordarse.
 

El agua de lluvia nutre las plantas

Una regadera que vierte agua de lluvia sobre un árbol recién plantado.

Consulte a un jardinero y le dirá lo valioso que pueden ser los sistemas de captación de agua de lluvia, incluso los más sencillos. El agua que captan es mejor para las plantas que el agua tratada porque es:

  • blanda (baja en calcio y magnesio)
  • libre de sales nocivas, químicos de tratamiento y metales pesados
  • una fuente de compuestos de nitrógeno (llamados nitratos) que favorecen el crecimiento de las plantas
  • levemente ácida, lo cual ayuda a las plantas a absorber nutrientes del suelo
     

Beneficios económicos de la captación de agua de lluvia

Las municipalidades cobran a sus residentes por los servicios de agua potable. Al captar y almacenar el agua de lluvia en tu vivienda, puede disminuir el consumo de agua tratada y reducir para siempre las facturas de agua.

Por lo tanto, la compra e instalación de un captador de agua de lluvia es rentable gracias al ahorro a largo plazo. El periodo exacto de retorno de la inversión varía en función de la tecnología que elija y del tamaño de su instalación. De todos modos, como la mayoría de los sistemas tienen bajos costes de operación y mantenimiento, obtendrá un retorno de su inversión.

Los sistemas de agua de lluvia también generan ahorros indirectos. Los impuestos municipales cubren los gastos de gestión, tratamiento y distribución de millones de litros de agua. Podemos reducir estos costes (y nuestros impuestos) si exigimos en menor medida a nuestros sistemas públicos.
 

Elige hacer la diferencia

La captación de agua de lluvia comienza con la decisión de utilizar el agua de manera inteligente. De invertir en tecnologías eco-responsables. De actuar en favor de nuestros recursos más valiosos y protegerlos para las futuras generaciones. Te invitamos a que nos acompañes en esta decisión.
 

Soluciones de captación de agua de lluvia
 


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